¿Porqué se mueve el alma por pensamientos vanos, cuando son precisamente vanos? Bien, es movida por ellos.
(¿Cómo puede mover el viento al árbol, cuando no es más que aire? Bien, lo mueve; no lo olvides).
Luwding Wittgenstein.
Friday
El desconocido y Fernando Riera
Con los años he ido formando un respetable fondo de recortes de diario, boletos de bus, entradas de estadio, miniaturas de plástico, etiquetas llamativas, postales, fotos viejas, notas sueltas, dibujos, envases de caramelos y otros cachureos por el estilo. No soy metódico: simplemente los archivo en una caja de zapatos cuando recuerdo hacerlo. De allí proviene esta foto del célebre entrenador Fernando Riera. Creo que resulta difícil no fijar la vista a la izquierda, sobre aquel ceñudo desconocido que contrasta abiertamente con Riera, de expresión tan blanda y anonadada como la del perro Droopy. Sin ningún motivo racional, asocio esta misteriosa foto con la maldición que pesa sobre el Benfica: como se sabe, en 1962, tras ganarle la Copa Europea a Real Madrid, el entrenador Béla Guttmann se dispuso a cobrarles la palabra a los directivos del club portugués, es decir, a exigir su premio. Le contestaron algo así como que a las palabras se las lleva el viento. Entonces Guttmann les lanzó su maldición austro-húngara: Benfica no volvería a ser campeón de Europa en los próximos cien años. La temporada siguiente Riera, flamante entrenador de Benfica, perdía en la final del certamen continental ante el Milan, lo que bien visto, lo convierte en la primera víctima de la maldición de Béla Guttman. Desde aquella oportunidad Benfica no ha parado de perder finales.
Se supone que por radio ningún partido es del todo aburrido, pero la verdad es que escuchar el clásico de la fecha pasada significó para mi una nueva experiencia en las profundidades del tedio. Tuve que considerar las cosas con mucha filosofía con tal de no abandonarme a otras tareas más interesantes como pegar botones descocidos o telefonear a tías abuelas. Partiendo de la premisa de que todo gol presupone un error del adversario, pensé, se debe admitir que si los veintidós jugadores alcanzaran un rendimiento absolutamente óptimo, solo cabrían los empates sin goles. Como tales especulaciones se prestan a la ciencia ficción, también imaginaba planteles de androides ensamblados con las mejores características de Messi y los grandes futbolistas de todos los tiempos. "¿Sueñan los futbolistas eléctricos con ganar el balón de oro?" llamaría a mi ensayo mental. Total que local cero, visitante cero, marcador final y asunto olvidado a los pocos días. Eso hasta la semana pasada cuando me enteré de la muerte de Johan Cruyff. Conmocionado, como haría cualquier mortal en estos casos, busqué en la Red información sobre el difunto futbolista y pensador holandés a fin de rendirle mi sincero homenaje en Facebook. Encontré una frase algo blasfema que me hizo tantísima gracia, fuera de lo ya señalado, porque Cruyff murió en semana santa: "En España, todos los 22 jugadores se santiguan antes de salir al campo. Si resultara, siempre sería empate."
Ando nostálgico de ver jugar a mi equipo. Universidad de Chile, faltaba más. Coloreando mis emociones podría decir: I feel blue. Y es que la Copa América ha vuelto insufrible el ya de por si agobiante páramo de las intertemporadas. No hay consuelo. El fútbol de selecciones es muy otra cosa. Algo a medio camino entre la diplomacia y el waterpolo, creo yo. En fin, solo resta ser fuerte como deben serlo los enamorados que se separan. Entre tanto, gracias a los buenos muchachos de la revista Un caño, me dedico a jugar a Los amigos. En palabras de sus creadores, el juego "consiste en combinar apellidos de dos futbolistas de todas las épocas y de cualquier latitud, que ya sea por oposición o complementación, formen una pareja perfecta -una sociedad- en la cual no se pueda dudar de que están hechos el uno para el otro." Se podría objetar que, habiendo tantos futbolistas y tantas ligas, es demasiado fácil hacer trampa pensando primero en cualquier apellido y luego buscar sobre seguro un futbolista al que le calce. Nada más lejano a la mentalidad del aficionado, para quien un apellido es, ante todo, algo que corre por el césped con un número en la espalda y ocupa una posición determinada. Debo confesar que me retuerzo de envidia por no haber descubierto primero la sociedad stendhaliana "Rojo y Negri" o la fúnebre "Palma y Coronas". Bueno, mi lista preliminar va así:
Bélicos: Guerrero y Soldado.
Sustanciales: Durán y Blandi.
Eufónicos: Cocu y Kaká.
Ajedrecistas: Reina y Torres.
Anatómicos: Caniggia y Muslera.
Navales: Barcos y Balsas.
Felinos: Gattas y Gatusso.
De temer: Guardiola y Porras.
Caballerescos: Casco y Espadas.
Ortografías dudosas: Baca y Bakero.
Campeadores: Ruydíaz y Vivar.
Villancicos: Buonanotte y Pastore.
En invernación: Donoso y Cuevas.
Peanuts: Charles y Shulz .
Como decía, el fútbol de selecciones es otra cosa. Por lo demás, con el paso de los años se ha perdido mucho. Checoslovaquia sin ir más lejos. Ahora ni siquiera se hacen himnos decentes. Al Sur del Mundo y Waka Waka son síntomas de decadencia, si no de la civilización, por lo menos de los campeonatos de selecciones. Antes se hacían canciones así:
"Hay que tratar de no jugar el partido en nuestra cabeza", declaraba ayer mi querido Lorenzetti entre la sarta de trivialidades y sofisticadas maneras de no decir nada que son las conferencias de prensa de los futbolistas. Vanas tentativas. En la antesala de una de las definiciones más llenas de suspenso registradas en el campeonato local, lo que más hacemos es fantasear vertiginosamente. En colores. Verdes, blancos, pero sobre todo azules en lo que a mi respecta. Y es que Santiago Wanderers, Colo Colo y la gloriosa Universidad de Chile no se han dado tregua y llegan a la final virtualmente empatados. En la última fecha chocan Wanderers y Colo Colo en Valparaíso y -el diablo no lo permita- uno de ellos puede quedarse con el título en el puerto, en la medida en que -no será así- la U enredara puntos en el Estadio Nacional frente a Unión la Calera y, como espero suceda con los dedos cruzados y el alma en vilo, viceversa. Ambos partidos se jugarán en forma simultánea a las cinco de la tarde, para tranquilidad de las brujas, en vísperas de domingo siete. En el papel puede haber campeón en Valparaíso o en Santiago el próximo sábado, lo que supone una situación por lo menos abismal: ¿Es concebible que existan dos copas de campeonato? Ansiedad y vértigo.
Cuando pienso en lo ancho del mundo, en las playas de Siberia y la sabana, en el Sahára y el Mojave, en China y el Himalaya, no se me ocurren demasiadas excusas plausibles para haber nacido precisamente en sur del sur de América del Sur. En cierto sentido debo ser un tipo excepcional, pienso y allá afuera llueve que da gusto. Hablando del sur, con ocasión del cincuenta aniversario del mundial del 62 -en el que el seleccionado nacional obtuvo el tercer lugar con el enorme Leonel Sánchez a la cabeza-, la prensa amarilla (re)publicó la controvertida invectiva del periodista Corrado Pizzinelli en la previa de la célebre Battaglia di Santiago."Todos los países tienen el problema del Sur, pero el de Chile es un Súper Sur. Es el Sur de todos los sures", leo con melancolía, tanta que me ha dado por pensar en zapatos mojados y en que las abuelas chilenas aconsejaban envolverse los pies en papel de diario antes de calzarse. Me parece que vestir calcetines de avisos clasificados, deportes o política resulta una excelente medida para el problema del sur. Eso y un buen paraguas.
Admiro a quienes que corren el riesgo de formular públicamente pronósticos de los partidos y errar estrepitosamente, sobre todo si se trata de descabelladas especulaciones o intentos de conjurar la más nefasta de las suertes para el equipo de mis amores, la U. Ayer Pablo Camilo, uno de mis tres colo-colinos más queridos –otro es Smoky, mi hermano menor y no he tenido aún el placer de conocer al tercero–, vaticinó el siguiente pronóstico para el partido en que mi Universidad de Chile intentaría dar vuelta el adverso marcador de 4-1 infringido por Deportivo Quito en las alturas del estadio Atahualpa, todo en el marco la segunda llave a los cuartos de final de Copa Libertadores:
"Minuto 93 y el estadio es una caldera, 2-0 el parcial a favor de los universitarios, Aranguiz se dispone a patear el tiro de esquina decretado a favor de la U, forcejeos en el área y Matías Rodriguez que se desmarca; cae el balón y con frentazo la cruza al arquero esquinado, la pelota que choca con una bengala y queda en la línea indecisa. Aparece Pepe Rojas en el horizonte dispuesto a meterla cuando advierte la presencia de Bolaños quien pretende despejar, entonces cierra los ojos y se lanza con su último hálito a pegarle fuerte a la esférica. En el momento clave, sin embargo, se escucha de la galería -con acento Ecuatoriano: "Hazlo por Botafogo Pepe!!!!" ante lo cual el Capitán azul desconcentrado estrella contra el vertical derecho. La pelota que se aleja y recibe un nervioso Johnny Herrera que adelantó sus líneas, inspirado por Loyola en los play offs con Santiago Wanderers. Impacta furibundo de volea desde la mitad de la cancha y la esférica, rauda, que recorre el campo ante la mirada estupefacta de 60 mil almas, los universitarios caen de rodillas, no lo pueden creer, el silencio tenso que invade antes del acabose. La hecatombe. Entonces, una voz en lejanía, la del líder positivo Anarkia se deja escuchar: Noooooooooooooo Johnny Culiao!!!! te equivocaste de arco conchatumadreeee!!!. Se desata la locura. Quito que festeja. Díaz a 23 kilómetros por hora, con los ojos ciegos de furia, impacta un maguashi en la yogular del Johnny. El equipo de Quito se trepa en la reja a dedicar el triunfo a los 2 mil nacionales que llegaron a alentar. La barra del bulla invade la cancha. Entra el GOPE con los bisnietos del ya, legendario, perro pastor Ron. Catástrofe. El horror!. 178 detenidos por la ley 20.000. 735 por destrozos. 17 accesos carnales no consentidos. Todos a ecuatorianos Entre ellos el hermano del Presidente de la República de Chile, quien desde un zeppelin advirtió el encuentro. Se incendia el estadio. Arde Santiago. Pancho Malo, desde su refugio en Purén declara la guerra independentista. Anarkía hace lo propio desde Santiago. Piñera, desde el balcón de la moneda, en cadena nacional da a conocer, con el respaldo de la Concertación sus 101 medidas para restaurar la paz y elevar los corazones. Son empalados en la ocasión."
La U ganó 6-0 y se cruzará en la próxima ronda con Libertad del Paraguay; en el país impera la más absurda de las paces sociales y no me va mucho mejor que regular, pero lo mismo ando silbandoNel blu dipinto di blu.