Por la ventana
Nos ponemos semánticos ni bien se presenta la ocasión. Tiene su gracia, pero aveces nos comportamos como la canciller de la RAE y un terrorista wittgeisnteiniano, respectivamente. Si a eso le sumamos cierta propensión a murmurar, alguna debilidad del oído y la orquesta de ruidos que ambienta el drama doméstico, tenemos suficientes malos entendidos para matiné, vermú y noche.
-¿Que es desfenestrasse? -me preguntaba Glenda ayer sin levantar la vista de la computadora, o eso creí oír a través del ensayo de tap del inquilino de arriba y los estertores de martillo neumático y vehículos motorizados que se cuelan como moscas por la ventana, siempre muy abierta como es aconsejable para la salud.
-¿Que es desfenestrasse? -me preguntaba Glenda ayer sin levantar la vista de la computadora, o eso creí oír a través del ensayo de tap del inquilino de arriba y los estertores de martillo neumático y vehículos motorizados que se cuelan como moscas por la ventana, siempre muy abierta como es aconsejable para la salud.
-Una calle de Salzburgo -mentí con decisión, dando a entender que no tenía idea y me lo estaba inventando en el momento. Me miró por sobre sus lentes reprochándome, con cariño espero, y ejecuto una fuga de tac tac tacs en su teclado. Al cabo repuso:
-Quiere decir arrojar a alguien por la ventana.
-¡Per la finestra! -exclamé en italiano improvisado. Imaginé a Roberto Benigni asomándose entonces entre las cortinas para recordarme que vivimos en un poco teatral primer piso.
Labels: desfenestrar, mal entendido, ruido
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