Thursday

la grosería de la alcachofa











Las alcachofas siempre me han parecido encantadoras: ¿No resulta acaso encantador deshojarlas lentamente hasta descubrir su tierno corazón verde?, y además, ¿No es autenticamente poético el que sean una enorme flor de cardo cuyas semillas cabalgan perezosas sobre la brisa? Recuerdo que la primera vez que vi La Strada de Fellini, quedando inmediatamente prendado de Giulietta Massina haciendo de la escuchimizada Gelsomina, me hizo tantísima gracia la parte en que Il Matto le dice a esta última: "Qué graciosa cara tienes, ¿segura que eres una mujer?, pareces más bien una alcachofa". Años más tarde, en una íntima presentación de mi querida Rosario Blefari creo que pensé algo por el estilo, algo del tipo: "querría ser su gato, no su novio". En fin, el caso es que leyendo la novela El Lemur de Benjamin Black —adquirida principalmente por su seductora portada, su precio de ocasión y por que el autor resultó ser el alter ego del escritor irlandés John Banville—, me encuentro con éste original diálogo conyugal entre John Glass y Louise Mulholland:

—¿Qué estás haciendo? —le preguntó.
—Redacto las invitaciones para el martes.
—¿Para el martes?
—La fiesta en honor de Antonini.
—Ah. El pintor.
—Sí —dijo ella, e imitó su tono inexpresivo—. El pintor.
—Creo que le produces... no sé, flojera. Ella no se volvió, ni tampoco levantó la cabeza.
—No me digas...
—O, mejor dicho, seguramente se la pones dura.
—No seas grosero, por favor.
—Ése soy yo: más grosero que una alcachofa.

No se me hubiese ocurrido que las alcachofas tuviesen nada de prosaicas ni mucho menos de groseras, pero por ahí, forzando un poco las cosas, dándole vueltas a sus efectos fisiológicos y tomando conocimiento del indecente mito griego de Zeus y Cynara, creo que puedo formarme una vaga conjetura sobre la grosería de la alcachofa, aunque finalmente, en parte por negligencia, en parte por mis íntimos afectos, prefiero pensar que son cosas de irlandeses, rarezas como el hundimiento de una armada que es a la vez invencible o como ese tal Finnegans Wake, del que se apenas tres cosas: que lo escribió James Joyce, que de ahí se tomó el término físico para las partículas subatómicas aún más pequeñas que los electrones y que es el nombre de perro más pretencioso y horrible que haya sentido nombrar en la vida.

1 Comments:

Anonymous HIerbas Medicinales said...

Las alcachofas tiene un buen contenido vitaminico, pero cuado era niño no me gustaba, ahora es mi favorita.

24 January 2015 at 20:54  

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