Saturday

mayo 21

Hoy, 21 de mayo del año del señor 2011 como buen ciudadano que soy seguí la transmisión de la cuenta anual de Sr. presidente de de la república ante el congreso pleno encontrándole al primer mandatario un aire a muñeco de ventrílocuo, siniestro desde luego, y aburriéndome de muerte. Parece que con la política, al revés del fútbol, son más interesantes los comentarios después del partido que el partido en si.


En medio del océano de aburrimiento me acordé de las batallas navales de Iquique y Punta Gruesa, que por coincidencia ocurrieron un 21 de mayo pero de mil ochocientos y tanto. Pensaba especialmente en los barquitos de papel que hacía cuando niño para conmemorar mi efeméride favorita. Del más chico al más grande: la goleta Covadonga, la corveta Esmeralda, el acorazado Huáscar y la fragata Independencia. Además traté de recordar la letra de esa canción tan divertida de Matías Cena que dice en una parte:


"Johan Cruyff peloteaba en el jardín cuando llegó la Covadonga/ Carlos Condell se bajo con elegancia luego de estacionar/ mi veta de periodista me obligó a preguntarle por Pratt/ me dijo ese es un oficinista más".



Carlos Arnaldo Condell de la Haza


Agotadas mis evocaciones dispersas volví la tortura de las ceremonias políticas oficiales que no terminó junto con el discurso porque para mi mala suerte no lograba dar con el control remoto de la tele: estaba sintonizado el canal del senado y transmitían una interpretación bastante horrible de la absolutamente espantosa canción “Chile Chile lindo” cantada por una soprano nada agraciada. Recordé entonces la pragmática crueldad de mi amiga Rigoberta, quien una vez me contó que por las noches, para descansar un rato de sus revoltosos vástagos, los metía a la cama, ponía el canal del senado y estos, abrumados por el tedio infinito, no tardaban en conciliar dulces sueños. Contar cuentos o contar ovejas es para principiantes, me aseguró.

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