Monday

calzones voladores

-¿Sabes lo que me dijo la tía Aldunata?- Grita Tink ni bien termina de aparecer por la puerta.
-¿Qué pasa? Ni que hubiese un terremoto- responde también a gritos Shenu más adentrado en las profundidades del inmueble.
-Es que fui a lavar ropa allá donde la tía. Me puse a sacar de la mochila varias camisetas, otras tantas camisas, unos pantalones y unos pares de calcetines, entonces ella, que estaba todo el tiempo haciendo guardia a la lavadora, va y me pregunta si acaso no llevaba ningún cepelín- explica Tink poniendo voz de relatar.
-¿Zepelin con zeta?- interroga Shenu interesado.
-No sé- confiesa Tink –pero a mi me gustaría escribirlo con ce redonda.
-¿Zepelin como los dirigibles en forma de balón de rugby? ¿Cómo esa espantosa banda de rock de los setenta?- pregunta Shenu inquisitivo.
-Si igual, pero significa ¿Sabes qué?
-No, pero a mi me parece normal en todo caso que la gente que frisa los trecientos años hable cosas sin sentido-responde Shenu con más ironía que exageración.
-¡Ese no es el punto Shenu!- dice Tink agitando un poco lo brazos.
-Mmm, ¿Y cual sería entonces?
-Es que cepelín es una palabra tan bonita para referirse a un calzón- responde Tink juntando las manos.
-¿Y que pasa con churrín? A mi me parece bastante buena- dice Shenu.
-Admito que es la que más me gustó antes de escuchar cepelín- dice Tink muy sonriente.



No hace mucho tiempo atrás Tink solía acariciar la idea de coleccionar las palabras que más le gustaran. Pensaba durante aquellas horas en que se dedicaba a esperar que se hiciese más de noche o más de día, o que pasara el quinto automóvil rojo por la calle, en colocar en una caja de zapatos o en algún recipiente análogo pequeñas cartulinas con las palabras que más le fuesen gustando y amarrarlas con hilo o pegarlas con scotch al objeto que representasen o, si por motivos de espacio, de seguridad o de disponibilidad esto no fuera aconsejable, hacerlo a una representación del objeto que éstas palabras representasen. Dentro del la caja pondría palabras como escolopendra, alcanfor, samovar, polichinela, Tréveris, musaraña y otras que no tardó en olvidar precisamente por no haberlas coleccionado de la forma adecuada.

-Cepelín, dos puntos-dice Shenu- dícese de la nave voladora fabricada con ropa íntima de señoras y señoritas teutonas, cocidas unas a otras formando un globo similar a un balón de rugby de grandes demiensiones, en la que eventualmente puede navegar por los cielos un mariscal de campo de largos bigotes y casco prusiano, que podría llevar un nombre como por ejemplo el de Otto Von Bismark.
-Cepelín con ce de churrín- dice Tink y suelta su buuaaajajaja mientras Shenu fuerza su seriedad sin lograr que sus ojos hagan lo mismo.

0 Comments:

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home