Si las miradas fuesen coleccionables, digamos como estampillas, esta, sacada de El arte de callar de Roberto Brodsky, seguro sería bastante rara y apreciable, no digamos como una
blue penny, pero algo así: "me miraron como si llevase un plátano en la cara".
me encanta la idea, que cada mirada, cada gesto pudiese guardarse, click, ponerle un título e intercambiar con gente anónima...
ReplyDeletela pena es que algunos harían un negocio de algo tan bonito.
Sería una negocio sin moraleja.
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